Experiencias en torno al uso de motores de videojuegos como herramientas para la creación y el aprendizaje interdisciplinario

Durante la primera década de este siglo, dentro de la agenda de desarrollo de los Juegos Serios (Serious Games) y el Aprendizaje Basado en Videojuegos (Videogame Based Learning) (Zyda, 2005), se hacía especial énfasis en que, debido a los altos costos de la infraestructura (sobre todo de software), el desarrollo de aplicaciones digitales (entre ellas videojuegos) por parte de instituciones educativas y de investigación se había frenado (Zyda, 2005; Klopfer et al., 2009). Afortunadamente, esto se ha ido resolviendo, en gran medida gracias a que los costos de las herramientas de desarrollo han disminuido gradualmente en los últimos años, por lo que actualmente, podemos encontrar di versos motores de videojuegos (game engines) de licencia gratuita o de paga. Estos motores de videojuegos, al ser ambientes de programación de propósito específico, pero con una gran cantidad de recursos para la creación (desde motores físicos hasta editor es de imágenes y sonido), facilitan la programación de videojuegos y, en consecuencia, el desarrollo de proyectos académicos donde se favorecen ideas relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias de manera interdisciplinaria.