La transformación del paisaje agrario en la ciénaga de Chapala

Detalles del proyecto

Descripción

Durante el año de 2020 se investigaron tres ámbitos del objeto de investigación: 4) El trabajo con empresarios agrícolas y pequeños agricultores. 5) Los jornaleros de la agroindustria y. 6) Relaciones familiares y vida cotidiana. El proceso de investigación se realizó en las siguientes etapas: i) Delimitación del objeto de investigación. ii) Elaboración del esquema de investigación. iii) Identificación de las fuentes de información. iv) Análisis y fichado de las fuentes de información en una base electrónica de datos. v) Elaboración del esquema de exposición de resultados y. vi) Redacción del texto final. Las principales conclusiones a las que se llegó son las siguientes: i) La creación del ejido implicó la incorporación paulatina de las relaciones de propiedad y consumo. Las ansias de propiedad y la inexistencia de ideología colectivista se tradujeron en corrupción y derroche, paralelamente a la venta o arrendamiento de parcelas. ii) Problemas enfrentados por los ejidatarios condujeron a la venta de parcelas y los altos costos de producción por el uso de agroquímicos, maquinaria y semillas mejoradas condujeron a la renta del suelo y a la conversión del ejidatario y sus hijos en proletarios. iii) La instalación de empresas agroindustriales en la ciénaga de Chapala y zonas aledañas ha elevado notablemente la oferta de empleo. El proletariado hoy día opta entre los agricultores nativos, los empresarios agrícolas y la agroindustria para vender su fuerza de trabajo. La alta demanda de trabajadores y el bajo precio de la fuerza de trabajo ha implicado la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, con lo que las relaciones de pareja, la estructura de la familia y los hábitos de consumo se han transformado, asumiendo formas propias de la sociedad mercantil capitalista.

Hallazgos clave

En México el ejido fue creado en un momento histórico en el que el capitalismo dominaba el continente americano, Europa, Australia y parte de África y Asia, basado en un modelo de autoconsumo, explotación familiar de la tierra, parcelas individuales inalienables y alternación de periodos de descanso entre parcelas del mismo ejidatario, con prohibición expresa de arrendamiento. Se crearon instituciones gubernamentales de financiamiento al campo y una empresa aseguradora de los cultivos agrícolas y de la crianza de ganado, que prontamente se corrompieron enriqueciendo a algunos empleados del banco o de la aseguradora, autoridades ejidales y a algunos ejidatarios. En Cumuatillo se creó una granja porcina y un establo vacuno con fondos gubernamentales y también sucumbieron en la corrupción generalizada. La organización ejidal se debilitó, las parcelas se vendían y rentaban, las tierras de uso común para pastoreo se repartieron, el empleo fue escaso hasta el año 2000 y muchos ejidatarios se proletarizaron y ellos y sus hijos se incorporaron al mercado de trabajo.
Los ejidatarios que vendieron sus parcelas y los hijos de éstos migraron a Estados Unidos o se convirtieron en jornaleros agrícolas. Desde los años 50 del siglo pasado se empezó a introducir maquinaria agrícola y después agroquímicos y semillas mejoradas. Se modificó la organización y el proceso de trabajo y el uso de troncos disminuyó notoriamente al igual que la siembra de maíz nativo. El cultivo y la cosecha de granos acabó realizándose de manera tecnificada y el cultivo de pequeñas superficies resultó incosteable por el alto precio de agroquímicos, maquinaria y equipo. Muchos ejidatarios con una parcela de hasta 4 hectáreas optaron por venderla y rentarla y junto con sus hijos se incorporaron a la venta de su fuerza de trabajo a pequeños agricultores, empresarios agrícolas y a la agroindustria.
A finales del siglo XX y principios del XXI se instalaron grandes empresas agroindustriales en la ciénaga de Chapala y en zonas aledañas. Estas empresas contratan verdaderos ejércitos de trabajadores. Envían autobuses para transportar al personal y las empresas ubicadas en zonas aledañas a la ciénaga de Chapala dedican hasta cuatro horas diarias en llevar y traer a sus trabajadores, por lo que éstos dedican hasta 14 horas diarias en asuntos relacionados con el empleo, anulando el tiempo que dedican a su familia y al descanso, si bien disfrutan de un conjunto prestaciones que varían según la empresa en que laboran. Otros jornaleros trabajan con agricultores del poblado con los que la jornada y el tiempo de traslado son más reducidos, pero sin disfrutar de prestaciones como seguro social, aguinaldo, pago de séptimo día, etc. La alta demanda de trabajadores y el bajo precio de la fuerza de trabajo ha implicado la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, con lo que las relaciones de pareja, la estructura de la familia y los hábitos de consumo se han transformado, asumiendo formas propias de la sociedad mercantil capitalista.
EstadoFinalizado
Fecha de inicio/Fecha fin1/01/2031/12/20

Palabras clave

  • paisaje
  • paisaje agrario
  • ciénaga de Chapala
  • transformación