El posgrado como estrategia de formación de líderes educativos incluyentes y con sentido de justicia social

El liderazgo es el segundo factor que influye en el desempeño de las organizaciones y mejora escolar (Glatthorn et al., 2016). La intervención del líder es significativa e influye de modo positivo en la mejora escolar al incorporar diversas prácticas en el desarrollo de las acciones de gestión como promover la misión y visión, el cambio organizacional y asumir con responsabilidad el desarrollo profesional del personal, llevando a cabo un seguimiento de las prácticas escolares e incluso convirtiéndose en un agente de cambio para la creación de acciones innovadores (Steinberg, 2014). Por tanto, surge la importancia de formar en el nivel de posgrado, líderes inclusivos y con sentido de justicia social en los centros educativos, los cuales promuevan la diversidad, equidad, la mejora continua, el desarrollo profesional, la confianza y el trabajo en equipo (Fernández y Hernández, 2013). De este modo, un líder inclusivo se asegura de que los diversos integrantes se escuchen, toleren y acepten propuestas nuevas a fin de incentivar la mejora de la organización, así como reconocer los logros de los miembros (Sherbin y Rashid, 2017). Para implementar una formación en liderazgo educativo es necesario que las IES se reorienten en el post confinamiento hacia un proceso educativo basado en tres categorías: Recursos cognitivos (capacidad de resolver problemas, pensamiento sistémico y conocimiento sobre gestión educativa), recursos sociales (gestión de las emociones y actuación adecuada con respecto a las situaciones que involucran las emociones) y recursos psicológicos (autoeficacia, resiliencia, proactividad).

Formación de posgrado, recursos cognitivos, recursos sociales, recursos psicológicos