"Elefante Blanco": Un nuevo medio de periodismo y divulgación de las ciencias espaciales

La carrera espacial entre la ex Unión Soviética y los Estados Unidos inició hace 50 años con el lanzamiento del Sputnik en 1957, y del primer vuelo de un humano a la Luna en la Misión Apolo 11 en 1969. Estos acontecimientos demostraron lo que la humanidad podía alcanzar con grandes esfuerzos científicos y mejoras tecnológicas. En México en la década de los 50’s hubo importantes esfuerzos científicos, académicos y técnicos en el campo espacial como la experimentación sobre la construcción y lanzamiento de cohetes pequeños con propósitos de mediciones meteorológicas y la construcción de la estación rastreadora en Sonora. Un parteaguas fue el establecimiento en 1962 de la Comisión Nacional del Espacio Exterior (CONAEE), creada por la entonces SCT en con el fin de estructurar y coordinar las nacientes actividades del país en materia espacial. En 1987 se creó el Instituto Mexicano de Comunicaciones (IMC), organismo que fue importante en las especificaciones, lanzamiento y operación del Sistema de Satélites Solidaridad. Las instituciones como la UNAM, IPN y el INAOE mantuvieron sus actividades en materia espacial. Sin embargo, los avances y esfuerzos se vieron truncados en un “prepotente arranque de despotismo ilustrado”, cuando el gobierno federal (en turno) ordenó la disolución de la CONAEE (1977) y de la IMC (1996), situación que frenó y llevó al país a un atraso en la investigación y desarrollo espacial. No es hasta el periodo de 2005-2010 que se reinició el interés por las actividades en materia espacial, en los ámbitos académico, legislativo, gubernamental e industrial. En 2010 se estableció la Agencia Espacial Mexicana (AMC), con el objetivo de definir y apoyar las actividades espaciales en México, estableciendo así una Política de Estado Mexicana. A pesar de estos antecedentes, la ciencia y la tecnología espaciales en México tienen aún un desarrollo incipiente. A este respecto, se presenta una propuesta de una revista electrónica con un enfoque en las ciencias espaciales, misma que pretende ocupar un nicho que no está cubierto en el país. “Elefante Blanco” como se le ha llamado a este proyecto, es una iniciativa que surgió de algunos investigadores y comunicadores que laboramos en el Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN, y que tiene como objetivo divulgar los conocimientos de las ciencias y tecnologías espaciales en un lenguaje claro, accesible y un tono ameno hacía un público de nivel medio y superior, sin soslayar a otros campos científicos y la cultura. Otros objetivos son mostrar que las ciencias espaciales son parte nuestra vida cotidiana y que tienen múltiples aplicaciones, así como en la solución de problemas que afectan al planeta por ejemplo, la crisis del agua, salud, prevención de desastres y cambio climático global. Cabe destacar que también pretendemos reportar los esfuerzos científicos y técnicos que se realizan en la materia en México y en el extranjero La revista se integra por las secciones siguientes: noticias (Spunik), efemérides (cápsula Gagarin), artículos reportajes (telescopio), columnas (microgravedad), ensayos y reseñas (giroscopio), humor (crónicas selenitas), multimedia y programas de divulgación (Homo Videns). Igualmente se pretende fungir como una liga entre el lector y la comunidad científica espacial. El equipo editorial que conforma Elefante Blanco está integrado por ocho personas (elefantes) que pretenden columpiarse sobre la telaraña virtual y comunicar sobre las ciencias del espacio.