Las transformaciones históricas de la producción agrícola en la Ciénaga de Chapala

Detalles del proyecto

Descripción

La agricultura en la Ciénaga de Chapala ha sufrido múltiples transformaciones en los diferentes momentos históricos. Primero se asentaron en la región nahuas y posteriormente purépechas; estas comunidades indígenas se relacionaban con el medio ambiente en la Ciénaga de Chapala, de modo tal que no lo modificaban substancialmente. Con la colonización española se introdujo la ganadería en la región y se mantuvieron las actividades desarrolladas por las comunidades indígenas (pesca, caza, recolección y agricultura), pero de manera subordinada a la ganadería. Posteriormente, en la ejecución del proyecto liberal nacionalista, la región fue transformada de zona ganadera a predominantemente agrícola con la desecación de la Ciénaga y la centración productiva en los granos. En los últimos años se vive un proceso de transición de la producción de granos a la horticultura y de concentración de la propiedad del suelo; los nuevos acaparadores de parcelas son precisamente los horticultores ligados a bloques empresariales que incluyen la producción y distribución de estos satisfactores.

Hallazgos clave

Con base en lo contenido en las fuentes de información analizadas, se pudo reconstruir las condiciones de vida de las comunidades indígenas asentadas en la ribera del lago de Chapala y conocer con detalle las características del paisaje agrario de la Ciénaga existente a la llegada de los españoles y varios años después de la conquista, pero falta información del pasado remoto, ya que no se ha realizado investigación arqueológica que permita conocer cuándo se dieron los primeros asentamientos, qué características físicas poseían los primeros pobladores, cuáles eran sus prácticas sociales y sus cosmovisiones, qué características tuvieron los movimientos migratorios en la antigüedad y qué los generó, qué relaciones de parentesco existían entre las comunidades asentadas en la región, etcétera.
Por la reconstrucción del paisaje agrario prehispánico realizada en esta investigación, se puede deducir que la tierra con la que las lomas funerarias de Cumuatillo fueron construidas, pudo ser transportada en canoa por los canales que la desembocadura del río Duero −que en ese entonces se encontraba cerca de Pajacuarán y que continuaba rumbo a lo que ahora es el lago de Chapala por entre los poblados de Cumuatillo (Cerritos de Cumuato) y Venustiano Carranza (San Pedro Caro)− formaba. Todavía en 1960 se podía percibir claramente la humedad de los terrenos ubicados en la ruta original del Duero, por la existencia de múltiples pantanos y su desnivel con respecto a las lomas funerarias colocadas cerca de las depresiones formadas que frecuentemente se inundaban en la época de lluvias. A pesar de que el cauce del río Duero fue desviado a finales del siglo XIX, setenta años después todavía había rastros de su ruta original.
No se sabe si los Cerritos de Cumuato estaban poblados por indígenas y si fueron éstos los constructores de las lomas funerarias, o los pobladores de Pueblo Viejo (Pajacuarán), Caro o Ixtlán que también se encuentra relativamente cerca y por la ruta original del Duero. Mucho menos se sabe si estas comunidades estaban emparentadas o no y qué vínculos tenían con las comunidades de Sahuayo, Jiquilpan y Cojumatlán. Sólo se sabe que eran nahuas y ya. Algunos investigadores hablan de migraciones teotihuacanas a estos pueblos realizadas en diferentes momentos, pero no se han realizado trabajos arqueológicos y antropológicos para determinar las características culturales de los vestigios encontrados.
La llegada de los españoles a la región implicó, de manera inmediata, la introducción de la ganadería y su confrontación con la agricultura indígena. Este proceso incluyó el despojo de las tierras comunales indígenas y su apropiación individual por los españoles, transitando de estancias ganaderas a haciendas en las que predominó la ganadería pero que se fue combinando con la agricultura en la medida en la que fueron transformando el medio ambiente. Los altos precios de los granos indujo a la desecación de la Ciénaga para convertirla en terreno agrícola, iniciándose este proceso con el derrumbe con dinamita del dique del río Santiago en su conexión con el Lago de Chapala y continuado con la desviación del cauce del Duero y la construcción del bordo de La Palma a Maltaraña. Los terrenos desecados de la Ciénaga de Chapala, fueron vendidos a particulares por Cuesta Gallardo o por el gobierno federal después de la desecación.
Desde la apropiación del suelo por los colonizadores españoles hasta el porfiriato, se mantuvo en la Ciénaga de Chapala una política social de apoyo al desarrollo del capitalismo basado originalmente en la concentración de la propiedad del suelo. El movimiento independentista no fue más que el reclamo de dominio político de un territorio por una burguesía nacional, para mantener e impulsar el proceso de acumulación de capital.
EstadoFinalizado
Fecha de inicio/Fecha fin1/01/0731/12/07

Palabras clave

  • producción agrícola
  • ciénaga de Chapala
  • transformación