La estructura de las racionalidades teóricas

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Descripción

La mayoría de las veces el científico no está consciente de que su práctica constructora de conocimiento se realiza con la racionalidad de una teoría y que toda teoría está sustentada en una concepción ontológica y otra epistemológica, por lo que su percepción de lo real está dada por la teoría asumida y su práctica investigadora por la lógica de esa teoría. Aunque la realidad sea una sola, en el terreno de la práctica científica pareciera como si se tratase de muchas realidades, tantas como racionalidades teóricas existan. De este modo, la versión que de una realidad presenta una teoría es irreconocible por otra, si es que ambas pertenecen a filiaciones racionales distintas. El desconocimiento de esta situación conduce a los científicos a calificar de metafísicos los constructos realizados desde otra teoría, suponiéndose a sí mismos como poseedores de la “cientificidad verdadera”, cuando su práctica científica no es más que el ejercicio de la lógica implicada en una determinada racionalidad filosófica. Pensado así el asunto, las teorías son verificables y falsables con los criterios y recursos propios de la racionalidad a la que pertenecen, pero no con los de una teoría construida con una racionalidad diferente, ya que con base en la concepción ontológica en la que una teoría está sustentada se desprende una práctica investigadora que despliega congnitivamente los supuestos existenciales traduciéndose en una manera determinada de construir objetos de investigación, tests, instrumentos e hipótesis. Cuando una teoría entra en crisis por su incapacidad para revolver una o varias anomalías y surge una nueva teoría ganadora de aceptación en la comunidad científica, esta nueva teoría es considerada como “la explicación verdadera de un fenómeno” y se inicia un proceso de aceptación onto-epistemológica de los científicos semejante a las conversiones religiosas en las que se vive una especie de “revelación”. Después, van apareciendo enigmas que finalmente se transforman en anomalías que no pueden ser resueltas por esa teoría llevándola a la crisis y a la generación de un nuevo proceso de construcción de otra teoría construida con una racionalidad diferente a la anterior.

Hallazgos clave

La racionalidad teórica se inicia en la Grecia clásica como teoría omnicomprensiva y, por tanto, como metarracionalidad, es decir, como filosofía. Hoy día sobrevive la filosofía como epistemología, ética y estética y se hacen esfuerzos inútiles por convertir la racionalidad de teorías científicas concretas en
metarracionalidades teóricas, pues finalmente se acaba en alguna de las tres racionalidades teóricas construidas por los griegos: la dialéctica de Heráclito, el idealismo matematizante de Platón o el particularismo de Aristóteles. Las teorías se construyen con referentes provenientes de las racionalidades clásicas usados en las diferentes teorías científicas concretas formuladas en un campo disciplinario, los cuales se convierten en lógica de apropiación de lo real, pero integradas en un andamiaje en el que se encuentran también referentes originariamente pertenecientes a modos no teóricos de apropiación. El desarrollo del conocimiento científico observa un proceso de acumulación de conocimiento, pero entre las teorías sustentadas en la misma racionalidad.
EstadoFinalizado
Fecha de inicio/Fecha fin1/01/0831/12/08

Palabras clave

  • racionalidad teórica
  • andamiaje categórico-conceptual
  • filiación filosófica